Cómo diseñar un logo
Un logo puede parecer una tarea fácil, un paso más para montar tu empresa. Pero, diseñar un buen logo es mucho más que solo letras y figuras bonitas. Es parte importante de la identidad visual de una empresa. Porque la primera impresión es importante, y puede afectar a la percepción que tenga un cliente hacia una marca. ¿Quieres conocer los secretos para diseñar un buen logo para tu empresa? ¡Sigue leyendo!
Existen muchas formas para crear un logo, y muchas herramientas para hacerlo tú mismo. Pero en realidad, si quieres un resultado profesional y realizado en profundidad, lo mejor es contratar a un experto que te ayude a plasmar tus ideas y conceptos, y juntos crear el logo que encaje perfectamente con tu empresa. Recuerda que un profesional en el sector tiene la experiencia y el conocimiento suficiente para ayudarte a conseguir tus objetivos.
1. Distínguete entre tus competidores
Tu logo te ayudará a distinguir tu marca de sus competidores, por lo que es importante que destaque del resto. Te puedes inspirar mirando logos de otras marcas, pero evita la imitación y piensa creativamente. Además, recuerda que no es necesario ser evidente, ¡trata de ser creativo!
2. Estudia y entiende tu marca
Toma en cuenta que tu logo debe llegar tus clientes, por lo que debe encajar en su nicho. Es vital permanecer fiel a la identidad de tu marca. No dejes de mirar las últimas tendencias en diseño gráfico, pero recuerda que es más importante permanecer fiel a la personalidad global de tu marca. Dale un significado y un propósito a tu logo por más sencillo que este sea.
3. Las partes de un logo
Un logo consta principalmente de dos partes diferentes, la imagen y el nombre de la empresa. Aunque muchas veces el mismo nombre forma parte del logo, en muchas otras ocasiones no lo es. E incluso el nombre se deberá de acompañar de una imagen creando una armonía visual y reflejando la marca de la empresa completamente.
Si te preguntas, ¿qué tipología utilizar? No hay pierde si evitas fuentes extrañas y difíciles de leer. Y si no te gusta ninguna tipografía, decídete por las más sencillas, como la Helvética o la Avenir. Nunca fallan y son muy resultonas.
4. La importancia del color
Piensa en todos los aspectos de la imagen a la hora de hacer tu logo. Toma en cuenta que todos los colores tienen su sentido de ser y tienen un significado. Por lo que el color del logo dirá mucho por sí mismo, aportando matices al mensaje que quieras dar como empresa.
¿Sabes qué significa cada color? Asegúrate de transmitir lo que buscas. El color rojo transmite energía, audacia y pasión. El amarillo claridad, optimismo, y recuerda al productos relacionados con el sol. El color blanco transmite sencillez y limpieza, en cambio el negro transmite elegancia, potencia y credibilidad.
Por otro lado, el morado transmite espiritualidad, sabiduría y evocador. El color café o verde o marrón reflejan historia, naturaleza y crecimiento. El naranja es un color joven y creativo, que refleja juventud. El rosa refleja feminidad y diversión, y por último, el color azul refleja profesionalidad, serenidad y tranquilidad. ¿Con cuál se identifica más tu empresa?
5. Encuentra el equilibrio
Encontrar una armonía fácilmente en el logo para tu empresa es indispensable. Entre más sencillo sea de comprender, más fácil se quedará en el subconsciente de las personas. Recuerda que actualmente buscamos todo fácil de entender y amigable con las tecnologías. Así que recuerda también que tu logo debe poder adaptarse fácilmente a cualquier formato y dispositivo.
Intenta que se pueda adaptar fácilmente, tanto a webs como a redes sociales, para que todo sea sencillo de ejecutar en un futuro. O quizás tener versiones acortadas y simplificadas para estos casos sería la mejor opción.
6. Tiempo al tiempo
El éxito depende del producto y del mercado en el que se encuentra, no del logo que se diseñe. Por lo que no hace falta comerte la cabeza y retrasar los avances de tu empresa por no tener el logo perfecto. ¡Así que es el momento de hacerlo!
Incluso muchas veces el logo cambia con el paso de los años y evoluciona. Por lo que no hay que obsesionarse, ni poder dejarlo si vemos que no funciona, ni por cambiarlo radicalmente de un día para otro sin haber dado tiempo suficiente para probar.
Es verdad que diseñar un logo lleva tiempo y esfuerzo, sobre todo cuando no tienes muy claras las pautas para diseñarlo.