La pizza también puede ser saludable y no debe ser motivo de arrepentimiento ni sentimientos de culpa.
Esta pizza integral con vegetales es BRUTAL. Con base crocante, pasta de tomate natural.
Últimamente he visto muchas opciones libres de gluten para hacer la masa de la pizza. De coliflor, de quínoa, de zucchini, etc. Sin embargo, este no es el caso. Esta masa tiene gluten, pero es integral, lo que quiere decir que no está hecha con harina refinada, sino con el grano entero del trigo.
¿Por qué decidí hacerla con harina de trigo? ¡Porque me encanta!
La pasta de tomate es natural. Pienso que gran parte del éxito de una pizza es la salsa. Para mí, una buena pasta debe ser espesa, con trocitos de tomate y muy bien sazonada, es decir, con orégano, albahaca, pimienta y sal.
Si no tienen la posibilidad de hacerla, compren una de muy buena calidad y verán que ya tienen el 50% del sabor de la pizza ganado.
En cuanto a los vegetales, usé los que más me gustan en la pizza. Aunque debo confesar que tuve que descartar varios porque si fuera por mí, le pondría todos los vegetales del mundo. En este caso, usé pimentón verde y rojo, cebolla roja, tomate, champiñones y aceitunas. Toooodos le aportan un sabor espectacular y se complementan y, además, el resultado es una pizza llena de colores = nutrientes.
Por otro lado, el queso feta, uff, no sé cómo explicarlo, tiene un sabor espectacular que va perfecto con los vegetales. Pero es una preferencia personal, si les gusta más con queso mozzarella y/o parmesano, también queda deliciosa.
Ingredientes
- 2 1/2 tazas de harina integral de trigo
- 2 1/4 cucharadas de levadura
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de sal
- 1 taza de agua tibia
- 1 cebolla roja pequeña
- 2 pimentones pequeños (uno rojo y uno verde)
- 1 tomate chonto pequeño
- 40 gr champiñones
- 30 gr aceitunas
- Queso feta
- Pasta de tomate (natural si es posible)
- Orégano
- Albahaca fresca
Preparación
- Calienta la taza de agua hasta que hierva. Déjala enfriar un poco hasta que esté tibia y agrega la levadura. Deja reposar mínimo por 10 minutos hasta que veas que hay «espuma» en la parte de arriba y la levadura se haya disuelto. Debes tener en cuenta que si el agua está muy caliente, se quemará la levadura y no servirá.
- En un bowl, pon la harina y la sal. Mezcla bien y haz un huequito en la mitad para agregar la mezcla de levadura y agua.
- Pasado el tiempo de reposo de la levadura, agrégala al bowl y después agrega el aceite de oliva. Mezcla bien. Si está muy seca, agrega un poquito de agua.
- Engrasa el bowl con un poquito de aceite de oliva. Con tus manos, forma una bolita con la masa resultante y ponla en el bowl. Cúbrela con una toalla de cocina o un papel plástico transparente y deja reposar mínimo por 1 hora. También puedes dejarla desde la noche anterior.
- Precalienta el horno a 220C.
- Cuando la destapes, debió haber crecido. Saca la masa del bowl y amásala bien con tus manos, como si le estuvieras «sacando el aire». Corta la masa por la mitad (te alcanza para dos porciones). Si quieres con tus manos, o con la ayuda de un rodillo, aplana la masa. A mí me gusta súper delgadita y crocante, pero si tú la prefieres más gruesa, no la aplanes tanto.
- Alista una bandeja/ piedra para pizza y papel parafinado. Espolvorea un poco de harina sobre el papel y pon la masa.
- Esparce la pasta de tomate y pon todos los vegetales y queso que quieras. Si vas a agregar hierbas frescas o vegetales de hoja verde, agrégalos al fondo (entre la salsa y los otros vegetales o al final cuando ya esté horneada.
- Introduce la pizza al horno y hornea de 20 a 30 minutos dependiendo su grosor. Mira que los bordes estén ligeramente dorados.
- Agrega hierbas frescas y deshidratadas, chili flakes, aceite de oliva, o lo que quieras!
- Sirve y disfruta.
¡Buen provecho!
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