Siempre me había preguntado cómo se hacía la mantequilla de maní. ¿Pueden creer que sólo se necesita un ingrediente? Sí, el maní.
Ahora, quiero que si tienen una mantequilla de maní comprada en supermercado, vean los ingredientes. ¿Tiene aceite, azúcar, sal o conservantes? En la mayoría de casos esta respuesta es afirmativa.
¿Por qué añadir un montón de ingredientes, cuando el maní tiene la cantidad de grasa necesaria para ser así de líquida y fluida? Bueno, yo sé, para que dure más. Pero aún así, hecha de forma natural dura más de un mes en la alacena.
Desde el momento que descubrí que podía hacerla sólo con maní, literalmente mi vida cambió. Aunque, pensándolo bien, sí es necesario otro ingrediente: paciencia. Jaja les confieso que no es lo más rápido del mundo. ¡Pero el resultado es deliciosísimo!
Espero que se arriesguen a hacer su propia mantequilla de maní. Van a ver lo deliciosa que queda y, lo más importante, es hecha por nosotros mismos.
Ingredientes
- 250 gr de maní sin sal, crudo o tostado (no frito)
Preparación
- Si el maní está crudo, puedes tostarlo en el horno o air fryer a 180C por 8 minutos.
- También puedes tostarlo en una sartén, a fuego medio-lento, moviendo constantemente para que no se queme.
- Esperar unos 3-4 minutos a que se enfríe.
- En procesador: Agregar el maní y procesar. Con una espátula, retirar el maní de las paredes del procesador y volver a procesar. Repetir el proceso hasta que el resultado esté líquido y cremoso.
- En licuadora: Es un poco diferente. Deben agregar el maní poco a poco. Esto es muy importante para que la licuadora no colapse. Una vez la primera parte que agregues ya esté un poco líquida, puedes ir añadiendo más maní. ¡De a poquitos! En licuadora sí es una prueba grande de paciencia.
- Guardar en un recipiente de vidrio y conservar en un lugar fresco y oscuro.