El mousse es un postre de origen francés que, literalmente, traduce “espuma” en español. Por lo tanto, este será siempre un postre esponjoso, y suave para el paladar. Por lo general, esa esponjosidad se la da las claras de huevo a punto de nieve. Sin embargo, esta vez no vamos a usar claras de huevo, sino crema de coco.
Entonces, ¿qué necesitan?
Mango, claramente. Yo uso mango de la variedad Tommy porque no tiene tantas fibras. Además, lo escojo súper madurito para que no haya necesidad de agregar azúcar a la preparación. Sin embargo, si tienen un mango que no esté tan maduro, pueden añadir un poco de miel de maple o de abejas.
Crema de coco. Lo que yo hago para sacar la crema es refrigerar una lata de leche de coco, desde la noche anterior, y al abrirla, sacar la parte sólida.
Es normal que al refrigerar esta leche, se separe la parte grasa del agua. Y, precisamente, la parte grasa es la que nos da la mejor textura para este postre.
Lima. Yo usé lima para darle un toque ácido, pero pueden omitirla o usar limón. El limón es un poco más ácido, por lo que habría que usarlo en menor cantidad.
Linaza molida. La linaza la agregué por el aporte de fibra y ácidos grasos Omega 3 que da. No obstante, podrían hacerlo sin estas semillas o intentar con semillas de chía (yo no lo he intentado), que tienen un aporte nutricional similar.
Cardamomo. Esta especia es de mis favoritas en el mundo entero. ¡Le da un sabor y aroma delicioso a toda la comida! Eso sí, con una pizca basta para que este postre pase de ser un postre normal, a un postre excepcional.
Y listo. No necesitamos nada más. Muy fácil, ¿no?
Y lo mejor es que no necesitamos derivados animales ni azúcares añadidos.
El secreto para que el mousse quede bien esponjoso, es batir las claras de huevo a punto de nieve o, también se puede hacer con crema de leche batida. Entonces, ¿por qué no hacerlo con crema de coco batida?
Es muy muy fácil. Refrigeramos la leche de coco, como les expliqué, y ya tenemos la materia prima para hacer nuestra base.
Después de batirla y lograr que esté esponjosa, la refrigeramos para que no pierda esa textura y hacemos el resto del proceso con el mango.
Lo que sigue es aún más fácil. Licuar el mango con la linaza, la lima y el cardamomo. También podrían agregar las especias que más les gusten (jengibre molido, canela, cúrcuma), pero yo quise dejarlo simple: con cardamomo.
Después de tener las dos partes, lo único que queda es mezclarlas bien. Agregan el mango licuado a la crema de coco batida y listo.
Lo que yo hice, después de tener la mezcla, fue distribuirla en vasitos. Estas serían las porciones para ya tenerlas listas y que después de refrigerarlas puedan consumirse individualmente.
Díganme si hay algo más fácil y delicioso que esto. ¿Cierto que no?
Además el mango nunca falla (es de las frutas que más me gustan en el mundo).
Después de refrigerarlos su consistencia es un poco más firme, peri sigue siendo suave y esponjosa 🙂
Por encima pueden agregarle coco rallado, nueces, semillas, chocolate, mejor dicho, las opciones son infinitas. Por mi parte, decidí añadir coco deshidratado y pétalos de flores deshidratas también.
A propósito de postres y flores, jaja, mañana es San Valentín. Y aunque acá en Latinoamérica no se celebra, hay muchas personas que sí lo hacen. Siempre pensamos en postres llenos de chocolate y rosas rojas para estas fechas.
Pero ¿por qué no hacer un delicioso mousse de mango y coco?
Ingredientes
- 1 mango Tommy maduro (más o menos 2 tazas de mango picado en cuadritos)
- 1 lata de leche de coco full falt (no light)
- 1 cucharada de zumo de lima/limón (con menos de 1/2 lima es suficiente)
- 1 cucharada de linaza molida
- Pizca de cardamomo molido
Preparación
- Refrigerar la leche de coco desde la noche anterior.
- Al día siguiente, usar sólo la parte sólida de la leche y agregarla a un bowl.
- Con una batidora, batir la crema hasta el punto que se forme una espuma.
- Conservar en la nevera mientras hacemos el resto del proceso.
- En una licuadora, añadir el resto de ingredientes y licuar hasta obtener una mezcla líquida y homogénea.
- Mezclar las dos partes: el jugo de mango y la crema de coco. Con la ayuda de una espátula, mezclar hasta que esté homogéneo. Agregar miel o endulzante de preferencia si es necesario.
- Preferiblemente, porcionar de una vez la mezcla en vasitos y refrigerar toda la noche. O por lo menos 5-6 horas.
- Disfrutar.