A pesar de lo que se venía diciendo hace años, el papel no ha muerto. La pantalla aún no ha terminado de sustituir al clásico folio en muchos aspectos, sirviendo en algunos casos como mero facilitador para acceder a una copistería online o a una tienda de libros de los de toda la vida.
Es verdad que en algunos ámbitos de la vida el papel ha sido relegado a algo muy puntual. Algunos ejemplos de estos casos podría ser la correspondencia – las cartas han sido sustituidas por e-mails o, simplemente, por interacción en redes sociales – o las facturas – que desde hace ya tiempo pretenden convertirse en electrónicas, llevando muchas empresas el objetivo de papel cero o residuo cero.
Está claro que ni ahora ni antes se debía hacer un abuso del papel. La concienciación sobre ello ha sido algo progresivo, a la misma vez que han ido avanzando y desarrollándose las tecnologías, tanto en escuelas como en universidades.
Elegir entre digital o papel dependerá de la costumbre de cada persona
Pero el papel no ha muerto y no lo va a hacer a corto plazo. Parece ser que la experiencia de leer en papel versus digital es más efectiva y enriquecedora, según se han realizado en distintos estudios.
Ya no solo por la facilidad de poder interactuar mucho más directamente con hojas de papel, sino porque es mucho mejor para la vista. Por su parte, las pantallas digitales también entrañan distintas distracciones si dan la posibilidad de abrir varias ventanas a la vez, pero esto mismo representa una ventaja, al poder hacer una consulta en tiempo real.
Sea como sea, en cualquier caso, la decisión y preferencia de cada persona es lo que regirá su forma de leer o de estudiar. En este sentido, quien haya estado acostumbrado a estudiar desde la pantalla le resultará difícil o incómodo pasar a papel y viceversa.
Para aquellas personas que tienen que estudiar muchas horas al día para un concurso u oposición, se suele recomendar hacerlo en papel para evitar que aparezcan signos de fatiga visual.
La copistería, la gran aliada para estudiantes de oposiciones
Muchos de estos estudiantes se apoyan en copisterías online para realizar y configurar el temario, de modo que ni siquiera tienen que desplazarse para hacer el pedido. De esta forma, el tiempo que pasen delante de la pantalla también lo hacen de forma proactiva, seleccionando contenidos de interés y teniendo una primera aproximación de toda la materia que posteriormente se tendrán que conocer al dedillo.
En este sentido, las imprentas y copisterías online se han sabido convertir a la era digital a pesar de ser uno de los sectores que tenía más el viento en contra. Creando unas interfaz sencillas y amigables, hace que el usuario pueda hacer el encargo de lo que desea de forma fácil, con pocos pasos y recibiendo su pedido en un plazo de entrega breve.
Sean apuntes o sea material de corporativo, está claro que internet c no ha arrinconando lo visual, ni lo tangible y más en estos tiempos de coronavirus que ha impulsado, de alguna manera, la vuelta a lo físico, a lo cercano y palpable.