Ser diseñador gráfico no es tarea fácil.
Todos los diseñadores cometen errores, por más experimentados o amateurs que estos sean, siempre se cae o se tropieza con algunos, por más pequeños que estos sean pueden afectar el trabajo en general.
A continuación te presentamos los errores más comunes en el diseño y la forma en que puedes evitarlos.
Trabajar sin un briefing
En cualquier proyecto de diseño gráfico, la información es necesaria para guiar a un diseñador a través de todo el proceso. Algunos diseñadores gráficos tienen la mala costumbre de ser demasiado confiados y comienzan el proyecto sin adquirir un informe detallado acerca de la empresa, los objetivos… Un briefing ayuda a recopilar toda la información sobre el proyecto de tu cliente. No puedes trabajar en un proyecto sin conocer las necesidades de su cliente .
Ignorar el público objetivo
El objetivo del diseño gráfico es ayudar visualmente a las empresas a expresar su mensaje a su público objetivo. Por lo tanto, si los diseñadores gráficos ignoran el público objetivo, nunca serán capaces de crear el diseño correcto. Con el fin de crear diseños adecuados, se debe analizar primero el público al que va dirigido. El pasar por alto este detalle nos llevará a un diseño débil y sin rumbo.
No tener un contrato
En la vida de un diseñador, los problemas de pagos son frecuentes. Cuando no tenemos un contrato con nuestros clientes, es probable que nos estafen un dinero que hemos ganado duramente. No quiero dar a entender que todos los clientes tiene malas intenciones. Sin embargo, algunos clientes tienen la costumbre de recibir el trabajo finalizado y huir sin pagar el diseñador, o simplemente se aprovechan del tiempo del diseñador gratuitamente. Parece increíble, pero es uno de los errores más comunes
Evitar el contacto con el cliente
Algunos diseñadores son tímidos mientras que algunos son completamente ignorantes cuando se trata de mantener contacto con el cliente. Uno de los mayores errores que puedes cometer en tu vida profesional es no saber cómo comunicarte con tus clientes. Al no mantener contacto con los clientes durante el proyecto, se sienten ignorados y no deseados. Debes tener retroalimentación (feedback) para evitar cualquier crítica al final del proyecto.
No estar al día
En este mundo de competencia feroz, es esencial para los diseñadores permanecer al día en las últimas novedades en el campo del diseño gráfico. Como la tecnología se actualiza cada día, están apareciendo nuevas y mejores formas para la realización del diseño gráfico. Los que no puedan ponerse al día en el diseño gráfico, finalmente, perderán la carrera.
No comenzar en blanco y negro
Algunos diseñadores gráficos no entienden la importancia de comenzar en blanco y negro. Crean directamente la versión en color. Es un gran error, ya que debemos saber cómo se ve el diseño en blanco y negro, ya que algunos medios de comunicación no permiten el uso de colores. Por lo tanto, puede que lo que se crea en color no pueda verse bien en blanco y negro.
Pasar de inspiración a plagio
Una de las cualidades principales de un diseñador es su capacidad de ser original. Otro de los grandes errores que cometen los diseñadores es copiar el trabajo de otros. Algunos diseñadores tienen la mala costumbre de hacer pasar por inspiración algo que en realidad es un plagio. Puede funcionar a veces, pero a la larga, tu credibilidad como diseñador se verá muy afectada.
Despreciar el poder de la simplicidad
Algunos diseñadores gráficos creen que si se agregan más efectos al diseño, será más atractivo. Pero la realidad es otra. Añadir demasiados elementos a un diseño hace que sea complicado y desordenado. A menudo se descuida el poder y la importancia de la simplicidad. En lugar de hacer un diseño difícil de comprender, los buenos diseñadores prefieren conceptos simples para que el público objetivo pueda recordar.
No fijarse horarios
Sabemos que la vida del autónomo es dura. Muchas horas de trabajo hasta las tantas, sin darnos cuenta de que, en ocasiones, descuidamos nuestra vida personal y a nosotros mismos. Es aconsejable marcarnos un ritmo de trabajo y respetar unos horarios.
No saber elaborar presupuestos
Ni cobrar de más, ni cobrar de menos. Si no sabes cuánto cobrar por tu trabajo, intenta encontrar un asesoramiento profesional. Entrarán en juego muchos aspectos como tu experiencia profesional, la magnitud del proyecto, el número de horas empleadas, etc. Igualmente, hay que saber prever cuánto tiempo puede llevarte un trabajo, cómo de exigente es un cliente a la hora de elaborar cambios, etc.
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